`Según publica el "Daily Mail". el hombre decidió cortar por lo sano tres días después de quedar atrapado. No debió ser una decisión fácil pero cuando su brazo comenzó a oler a podrido entendió que se trataba de su brazo o su vida.
Metz, de 31 años, se había casi amputado el brazo cuando un equipo de la policía logró acceder a su casa. Sus amigos y sus compañeros de trabajo habían dado la alarma: Metz había faltado a su trabajo y no había asistido tampoco a un partido de softball. Aunque un amigo lo fue a buscar a casa nadie le abrió y le extrañó la conducta inquieta de su perro.
La policía forzó la puerta de su apartamento en Hartford, Connecticut, y encontraron a Metz en una auténtica agonía con su brazo afectado por gangrena. La amputación se completó en el hospital. Hubo un nervio que impidió a Metz la completa amputación.
Cuando la policía lo encontró perdía a ratos la consciencia. No saben qué instrumento usó para la amputación porque a duras penas lograba murmurar algo. Había logrado sobrevivir bebiendo agua que el horno perdía por una rotura.
Según los médicos que lo han operado, no habría podido sobrevivir mucho tiempo más. Aunque están preocupados por la infección, creen que logrará sobrevivir. LA
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