La sentencia, que se ha hecho pública este miércoles 7 de noviembre a pesar de estar fechada el 21 de septiembre, también condena al acusado a indemnizar con 77.000 euros a las víctimas en concepto de responsabilidad civil y le absuelve del delito de exhibicionismo.
La sección primera considera probado que el acusado, en su condición de empleado de una empresa propiedad de los padres de tres niñas menores, y tras ganarse la confianza, abusó reiteradamente de ellas en las dependencias de la mercantil entre los años 2007 y 2013. Además, llegó a fotografiar a dos de ellas desnudas.
En varios días de junio y julio de 2009, el hombre aprovechó la confianza con otro menor de 12 años del que abusó sexualmente en el aseo de la empresa. Además, grabó los hechos con su teléfono móvil. Estos hechos se repitieron entre 2007 y 2013 sin que consten más vídeos. Además, el acusado también grabó a otro menor de 10 años en dichos servicios mientras abusaba de él sexualmente.
En el último caso, el acusado abusó sexualmente de un menor de ocho años al que grabó desnudo. El hombre lo hizo en la piscina situada en la azotea de su vivienda familiar, al cual el pequeño acudía a bañarse. Este aprovechó la relación de confianza que ambos tenían.
El hombre almacenaba en diversos soportes los archivos de vídeos de los menores que él mismo había grabado, así como numerosas imágenes y grabaciones de otros menores desnudos, en actitudes sexuales explícitas.