El pasado 7 de mayo, a este vecino de una localidad cercana a Sidney le tocó el primer premio de la Monday Lotto: 641.000 euros y cinco días después descubrió que, tras haber participado también en la lotería del sábado, 849.000 euros. El afortunado acumula ya más de medio millón de euros.
"¡Solo pensé que esto era demasiado bueno para ser verdad! ¡Dos veces en pocos días!", exclamó el australiano, emocionado. El afortunado también afirmó que "solo Dios le había cuidado".
A la cuestión de cómo gastaría el dinero del premio, respondió que no sería "estúpido con eso". Una parte del botín ya lo ha destinado a "un coche bueno nuevo" y asegura que aún planea "unas vacaciones en Honolulu". El resto del dinero pretende invertirlo en bienes inmuebles.