El suceso comenzó la tarde de ayer, cuando dos agentes motorizados, Mark Dunakin y John Hege, dieron orden de parar al vehículo que conducía Lovelle Mixon, de 26 años y con "un amplio historial delictivo", explicó el Departamento de Policía de Oakland.
Mixon, que había violado su libertad condicional en relación con cargos por asalto a mano armada y contra el que pendía una orden de búsqueda y captura, abrió fuego contra ambos y se dio a la fuga.
Dunakin murió antes de que llegaran los primeros auxilios, mientras que Hege, de 41 años, lo hizo hoy después de resultar herido en la cabeza y permanecer conectado a un respirador artificial desde la tarde de ayer.
Horas después de ese primer tiroteo, las fuerzas del orden localizaron a Mixon en un apartamento, gracias a la información facilitada por un ciudadano.
Un equipo de la fuerza de elite policial "Special Weapons and Tactics" (SWAT) irrumpió en el lugar, pero el sospechoso, que se había ocultado en un armario, abrió fuego con un rifle de asalto y alcanzó a otros tres agentes.
Dos de ellos murieron a consecuencia de sus heridas y el tercero tan sólo recibió una herida leve, según las autoridades locales.
Los agentes respondieron al fuego y en el tiroteo también quedó muerto Mixon.
Según el Departamento de Policía de Oakland, ciudad gemela de San Francisco, se trata de la jornada más sangrienta de su historia.
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, ha ordenado que las banderas del estado ondeen hoy a media asta en memoria de los agentes.
Schwarzenegger, que la pasada noche se encontraba en Washington para participar en una cena de gala, tiene previsto reunirse hoy con las autoridades de Oakland tras su llegada al estado.
En un comunicado, el gobernador indicó que los agentes muertos "dedicaron sus vidas a la seguridad pública y trabajaron desinteresadamente para proteger a la población de Oakland".
"Maria (Shriver, esposa del gobernador) y yo nos unimos en el recuerdo de su servicio y en el homenaje a su sacrificio", añadió el texto.