Sally Cox, divorciada de 43 años y uno de sus tres hijos, de 22 años fueron asesinados a hachazos en su casa de Banbury, Oxfordshire.
Su hija, de 19 años también está herida de gravedad, mientras la más pequeña de 13 consiguió escapar de la furia del homicida.
El principal sospechoso, Michael Kelly, parecía obsesionado con Sally después del romance que mantuvieron. Los mensajes que le enviaba a la mujer se volvieron siniestros después de la ruptura.
Este lunes, el vecindario se quedó horrorizado con los gritos escalofriantes que salían de la casa donde vivía Sally. Las adolescentes gritaban "Llama a la policía, llama a la policía", él nos está matando". Cuando los agentes llegaron a la casa encontraron sangre en las colchas y por las paredes.
Uno de los policías contó que parecía "la escena de una película de horror" .
El cuerpo de la mujer asesinada y el de su hijo yacían juntos, al parecer, el chico de 22 años trató de protegerla.
Michael Kelly, que tenía una cadena de mensajes en la red social dedicadas a Sally, fue detenido a unos cien kilómetros del lugar.