Así, la fachada de dicho edifico asomaría a lo que hoy día es Plaza de San Atón ocupada entonces, y hasta bien entrada la década de 1980, por la Casa de la Cultura de la Diputación y otras dependencias que se asentaban en los antiguos locales de la Casa de Ordenandos y del antiguo Seminario San Atón adquiridos por esta institución a finales de la década de 1920.
El proyecto no era "respetuoso" con el edificio al levantar una tercera planta y plantear una nueva fachada y portada clasicista propia de la arquitectura oficial del momento inspirada por el renacimiento italiano y enmarcada por un torreón de esquina en la zona que asomaría a la plaza Minayo.
Además, en la planta tercera se encontraban galerías abiertas que recuerdan a las "loggias" italianas y en la baja una galería porticada. según la Diputación de Badajoz.
Por tanto, la "candente y actual polémica" suscitada por el destino final del edificio civil para el que se han propuesto "distintas y dispares" alternativas; como un Parador Nacional, un Palacio de Justicia, el Ayuntamiento de Badajoz o la Facultad de Medicina, tiene otros precedentes históricos ya barajados en su momento por la diputación, su titular.