Según informa el diario británico The Sun, Sophie Stonehewer permanecía ebria la noche que decidió prender fuego a la casa de su amante, Steven Beddows, de 43 años. Con la ayuda de fósforos y una vela Sophie comenzó a incendiar las cortinas de la casa de Beddows, mientras éste dormía en el piso de arriba.
La adolescente, quien abandonó la casa entre lágrimas, confesó a un propietario de una casa cercana lo que había sucedido. “El me hizo hacerlo”, confesaba la joven al vecino.
Al percatarse del incendio, Beddows saltó de la cama y logró apagar las llamas antes de que el fuego causara ningún daño importante en la casa.
Según el abogado de la joven, ambos habían mantenido una discusión seria sobre su actividad sexual que llevó a ambos a enojarse y emocionarse de tal manera que influyera lo suficiente en Sophie como para incendiar la casa de su pareja.
Cuando llegaron los agentes de policía y los bomberos, las llamas ya estaban apagadas y ambos miembros de la pareja fuera de la casa. Sophie se encontraba bebida y llorando mientras que Beddows afirmó muy angustiado que el mismo había prendido fuego a la casa.
Se cree que ambos, que residen en Stockport, Manchester, aún siguen juntos y que comenzaron a salir cuando ella solo contaba con 17 años de edad.
El juez del caso ha declarado que la joven es “enormemente vulnerable” y ha utilizado el hecho de que ambos prosiguen su relación como argumento para afirmar que la joven “necesita ayuda”, ya que ésta ha tenido varios problemas con el alcohol y las drogas.