La combinación de un adenovirus y ómicron, la teoría que gana peso en la hepatitis infantil grave

  • Hasta ahora la OMS ha detectado cerca de 300 casos de hepatitis aguda de origen desconocido en niños

  • Una de las hipótesis que barajan los CDC de Estados Unidos es que el estado inflamatorio que produce ómicron se vea agravado por un adenovirus

  • No se ha encontrado un patrón común a todos los casos

Cerca de 300 niños de 20 países del mundo han contraído hepatitis aguda en las últimas semanas. Y los médicos no saben qué se las ha provocado. La mitad estos pequeños dieron positivo a un adenovirus, el 41, que suele causar gastroenteritis. Por qué se pusieron tan enfermos es un misterio.

Por eso la comunidad científica internacional se ha volcado con la investigación de esta enfermedad que está afectando a niños muy pequeños -el 75% de los infectados en Reino Unido, el primer país que dio la voz de alarma, tenía menos de cinco años- y que ha provocado ya cinco muertes. El 14% de los menores necesitaron un trasplante de hígado y más del 90% tuvieron que ser hospitalizados.

Una de las teorías que se barajan es que una enfermedad previa de covid, o quizás específicamente la variante ómicron, predispone a algunos niños a enfermar gravemente cuando se infectan más tarde con adenovirus. También, que la coinfección con SARS-CoV-2 (u otro virus) y adenovirus puede desencadenar inflamación hepática.

Estado inflamatorio previo

Quique Bassats, pediatra y epidemiólogo, argumenta al respecto que la causa de estas hepatitis "no parece que sea por sí solo el adenovirus, porque no causa enfermedades tan graves y fulminantes, sino que provoca cuadros muy benignos".

Explica el pediatra una de las hipótesis que barajan los científicos: "Que el adenovirus haya llegado en un momento ideal para provocar estas reacciones: después de dos años en los que los niños han estado muy protegidos y no han desarrollado adecuadamente su sistema inmunitario. Esto podría provocar que ante una infección su cuerpo sobrereaccione y cree estas inflamaciones en el hígado".

También explica el pediatra que es posible que en niños que hayan pasado hace poco la covid "haya quedado en el organismo un estado inflamatorio que, al entrar en el organismo el adenovirus, haga que el cuerpo responda de manera diferente y errónea a una infección que normalmente es banal". Es decir, que el cuerpo de los pequeños siga en estado de alerta tras la infección por SARS-CoV-2, su sistema inmune esté alterado, y al empezar a combatir el adenovirus, no lo ha hecho correctamente.

Pocas evidencias para relacionar

"Podría ser que la coinfección de SARS-CoV-2 y de adenovirus provoque esta hepatitis más grave, pero es aventurado afirmarlo. Como no se sabe el agente causal, no se puede afirmar que sea ésta la causa", es contundente María Buti, ex presidenta de la Asociación Española para el Estudio del Higado.

"Solamente la mitad de los que se han podido estudiar tenían adenovirus. Y esa inflamación, ese estado inflamatorio del organismo, se produce con cualquier infección. Lo único cierto es que tenemos todavía poca información, porque no se ha encontrado un patrón en estos casos de hepatitis desconocidas. Y el SARS-CoV-2 es tan frecuente ya, hay tanta gente que lo tiene, que relacionarlo con el adenovirus y con estas hepatitis es prematuro", advierte la experta hepatóloga.

Otra opción que explica Bassats que se está barajando en la comunidad científica es que es que sea otro caso de zoonosis, "porque muchos de los niños afectados en Reino Unido tienen perro y podría ser un salto de una variante de virus del animal al niño... Son todo hipótesis, se están recogiendo todos los datos y es pura especulación. Hasta que no tengamos un mecanismo fisiopatológico concreto no se pueden sacar conclusiones".

Lo importante, según el epidemiólogo, es tener en cuenta que "en todo el mundo hay 300 casos, que no son demasiados, así que no hay motivo para una alarma excesiva y lo único que hay que hacer es investigar los factores de riesgo".