En un mensaje a la nación, Isabel II ha calificado de "experiencia abrumadora" esta celebración masiva, por la cual se ha reconocido "conmovida". En este sentido, ha destacado cómo "miles de familias, vecinos y amigos se ha unido" en una "atmósfera feliz" para participar en los distintos actos.
"Espero que los recuerdos de este año iluminen nuestras vidas durante los próximos años", ha asegurado Isabel II, que ha prometido guardar como un "tesoro" y como fuente de "inspiración" lo vivido estos días.
Las celebraciones concluyeron este martes con la simbólica aparición en el balcón del palacio de Buckingham de la familia real británica, al término de una jornada en la que la reina asistió a una misa en la catedral de San Pablo y presidió un almuerzo con representantes del mundo empresarial británico.
Desde el pasado fin de semana, la reina también ha participado en un desfile masivo de embarcaciones por el Támesis y ha asistido a un concierto de estrellas del pop celebrado ante el palacio de Buckingham y al que acudieron decenas de miles de personas.
La ausencia del Duque de Edimburgo, marido de Isabel II, ha marcado la parte final de los festejos. El príncipe Felipe fue ingresado el lunes por una infección urinaria aunque "se recupera bien", según ha indicado este martes uno de sus hijos, el príncipe Eduardo.
El primer ministro británico, David Cameron, ha destacado que Isabel II es "una inspiración real" para toda la ciudadanía. El jefe de Gobierno ha aplaudido la forma en que "todo el país se ha unido" para celebrar el Jubileo de Diamante.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha querido felicitar a la reina por sus "60 extraordinarios años en el trono" a través de un mensaje grabado en el que ha descrito a la monarca como "una aliada firme, una amiga fiel y una líder incansable".