Ivanka Trump, convertida en "asesora" por su padre, se cuela en las reuniones entre los principales líderes mundial

  • Los líderes mundiales no le hacen mucho caso

  • Se ha atrevido a pedir al príncipe Bin Salman igualdad para las mujeres saudíes

Críticas a Ivanka Trump, la hija del presidente de EEUU, que no ha pasado desapercibida en la cumbre del G-20 de Osaka, más bien todo lo contrario, especialmente por su empeño en "colarse" en las conversaciones entre los principales líderes mundiales, como una más. Todo esto mientras su padre estaba con Kim Jon Un en la frontera entre las dos Coreas.

En plena conversación entre Macron, Trudeau, May y Lagarde, se cuela Ivanka Trump. Los líderes no parecen hacerle mucho caso. Lo cierto es que la hija de Donald Trump ha ejercido en este G-20 el papel de "asesora", papel que su padre se ha inventado para ella. Se ha codeado con los más poderosos. Y se ha atrevido a pedir al príncipe Bin Salman igualdad para las mujeres saudíes.

De Japón, a Corea: Ivanka -de nuevo- testigo privilegiada del saludo entre Trump y Kim Jong-Un. Y ante esa situación cuenta a sus seguidores en las redes sociales la importancia del diálogo con Pyongyang.

Una influencer a la que el presidente, durante la posterior visita a las tropas, pone a la misma altura que al jefe de su diplomacia. Aunque es Ivanka la que se lleva la mayor ovación.