Un joven que cometió un pequeño hurto, con un botín de 30 euros, tenía que ser juzgado este martes 20 de octubre en la sala de vistas de los Juzgados de Menores de Granada. El caso iba a ser rápido: el acusado había aceptado su culpa y solo necesitaba esperar a la pena que le sería impuesta.
Pero el destino quiso que ese mismo día en el que tenía que acudir al juicio, su pareja se pusiera de parto por el hijo de ambos. Evidentemente, el padre no podía perderse el momento y no pudo acudir a la sala de vistas. En una situación así, la Justicia retrasaría la sesión y no habría ningún problema, pero al tratarse de un caso tan particular y con una infracción tan leve y tratándose por la vía rápida, la vista siguió adelante.
¿Y cómo pudo celebrarse? gracias a las nuevas tecnologías. El magistrado, Emilio Calatayud, titular del Juzgado de Menores 1 de la capital, llamó por teléfono al implicado para comunicarle la pena impuesta y confirmar si estaba de acuerdo con la sanción. Así, el reciente padre de un hijo fue sancionado a ochenta horas de trabajo en beneficio de la comunidad, algo con lo que estuvo de acuerdo, como recoge el medio local Ideal de Granada.
La llamada terminó, después de las preguntas cordiales del juez al padre primerizo, con un deseo de que todo fuera bien para esa nueva vida que se abrió paso en mitad de un juicio.