La policía abrió una investigación hace aproximadamente un mes, cuando tuvo conocimiento de la existencia de un chalet en una pedanía de Elche donde presuntamente había menores ejerciendo la prostitución.
Tras una serie de indagaciones, los investigadores establecieron un "importante" dispositivo en el que se arrestó a siete implicados y se logró la liberación de una menor de 17 años, que estaba siendo explotada sexualmente desde principios de año.
Los investigadores averiguaron que la menor, que se encontraba fugada de su domicilio familiar, había sido introducida en el mundo de la prostitución por su pareja sentimental, quien la fue colocando en varios prostíbulos de las localidades alicantinas de Aspe, Alicante y Elche, donde era explotada sexualmente por otras personas, conocedoras todas ellas de la minoría de edad de la menor.
Tanto el novio de la menor como el resto de supuestos proxenetas, ejercían un "férreo" control sobre ella, y se quedaban con la práctica totalidad del dinero obtenido por los intercambios sexuales de la joven, a la que incluso llegaron a agredirla físicamente en numerosas ocasiones y la privaban de su libertad ambulatoria.