Este tipo de conductas por muy sorprendentes que sean no son nuevas. "En las distintas etapas de la humanidad siempre ha habido casos similares", como ha explicado Araña. Sin embargo, "son situaciones excepcionales, inusuales y poco frecuentes", según explica el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y catedrático de la Universidad de Oviedo, Julio Bobes.
El doctor Bobes además apunta a la complejidad de este tipo de casos porque "no siempre son fácilmente identificables, ni todos son prevenibles".
Los motivos que llevan a los progenitores a acabar con la vida de sus hijos tampoco no son tan fáciles de determinar a simple vista. Según explican los expertos, "hay que tener en cuenta la situación concreta y los contextos familiares de cada caso " para poder comprender los hechos.
"Hay que hacer una evaluación multiaxial porque los desencadenes y antecedentes son extraordinariamente relevantes y, a menudo, no se suelen tener en cuenta", tal y como ha señalado el doctor Araña.
En casos como el de la mujer de Baiona, los afectados "interpretan todo como perdido" y quieren "acabar con el sufrimiento que en teoría piensan que están sufriendo tanto ellos como sus allegados", como explica el presidente de la SEPB.
Por todo, es necesario un eficaz tratamiento preventivo para evitar, en la medida de lo posible, situaciones que pueden llegar a ser irreversibles.