Cuando la policía llegó, la encontraron inconsciente. Malaysia Goodson, de 23 años y oriunda de Stamford, Conencticut, EEUU, yacía sobre el suelo del metro de Nueva York, en la estación de la Séptima Avenida, en Midtown Manhattan. Acababa de sufrir una terrible caída cuando bajaba por las escaleras llevando un carro en el que se encontraba su hija de tan solo un año.
Al comprobar su estado, pese a que la trasladaron inmediatamente al hospital, allí solo pudieron certificar su muerte. Su pequeña, afortunadamente y a pesar del trágico accidente, no presentaba ningún daño.
“Murió intentando proteger a su bebé”, afirma el hermano de la víctima, Dieshe Goodson, en declaraciones a Eyewitness News recogidas por abc7.
Ahora, los investigadores intentan reconstruir el suceso en la búsqueda de determinar si antes del fatal accidente pudo experimentar algún problema de salud que lo precipitase. Para ello, la autopsia será fundamental para determinar la causa de la muerte, tal y como informa New York Post.
Desde las redes sociales, el suceso ha generado una notable indignación, con numerosas voces alzándose para denunciar que la estación en la que se produjo el accidente, la ‘7th Avenue/53rd Street’, no hay ningún ascensor y tan solo cuenta con dos escaleras mecánicas en sentido de subida.
Es por eso por lo que reclaman ascensores funcionales tanto en esta como en el resto de estaciones del servicio de transporte metropolitano gestionado por MTA, que se ha pronunciado lamentando el “desolador accidente” al tiempo en que han reconocido ser conscientes de “la importancia de mejorar la accesibilidad”. En este sentido, han explicado que esto se encuentra entre sus prioridades, y trabajan para que nadie tenga que estar a “más de dos paradas de distancia de una estación con ascensor”. Para ello, han manifestado, “se contempla añadir 50 ascensores a lo largo de los próximos cinco años”.
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