Más del 50% de los menores que consumen drogas proceden de familias normales

AGENCIA EFE 15/04/2009 13:08

Este es el perfil psicosocial de los adolescentes tratados en Proyecto Hombre, según se desprende de un estudio presentado hoy, realizado sobre una muestra de 1.467 familias y 1.079 chicos y chicas de entre 15 y 22 años que iniciaron el tratamiento el pasado año.

José Luis Sancho, miembro de Proyecto Hombre, ha explicado que estos jóvenes no son adictos, pero sí tienen "un consumo abusivo de sustancias", que "está convirtiendo su vida en algo cada vez más problemático" y "no les permite madurar adecuadamente".

La edad media de los chavales es de 17,34 años y el 63,5 por ciento son menores de edad, mientras que un 78,39 por ciento son hombres y un 21,7 por ciento mujeres, lo que, según Sancho, se justifica en que "los chavales son más impulsivos" y en ellos se manifiestan más determinadas conductas de riesgo.

Un 53,8 por ciento de los atendidos estudia, un 19,1 por ciento trabaja, un 2,5 por ciento estudia y trabaja a la vez, y un 23,9 por ciento no tiene ocupación.

En un 52,9 por ciento de los casos viven con ambos progenitores, el 26,2% con su madre (sola o con su pareja actual) y sólo un 4,9% reside con su padre (solo o con su pareja).

La demanda de asistencia es principalmente por consumo de cannabis (69,6 por ciento de media) y en menor medida por cocaína (18,3%), alcohol (4,5%), disolventes (3,21%) y heroína (2,24%), aunque el 73,12 por cieno de los tratados es esencialmente policonsumidor.

El consumo de los adolescentes es "esencialmente recreacional", asociado al ocio y al encuentro con los amigos, según Sancho, quien ha señalado que en la mayor parte de los casos consumen cannabis de lunes a jueves y los fines de semana también alcohol y otras sustancias.

No obstante, el tipo de sustancia cambia dependiendo de la edad y, así, en los menores de 18 años el cannabis es el principal consumo en un 82% por ciento de los casos y la cocaína aparece en un porcentaje muy bajo.

En cuanto a los mayores de 18 años, la demanda de cannabis decrece hasta el 45 por ciento y la cocaína aumenta a un 30 por ciento.

En la mayoría de los casos el consumo de drogas va acompañado de fracaso escolar y otros tipos de conducta en casa como agresividad y falta de comunicación con los padres, lo que da la voz de alarma a los padres para solicitar ayuda, según ha explicado Sancho.

Ha asegurado que no se puede concluir que esté disminuyendo la edad de consumo, pero sí que está aumentando la demanda de ayuda por parte de las familias.

Durante el tratamiento se enseña a los padres a controlar los horarios y los gastos del menor, a poner normas, a recuperar la autoridad y a dialogar con sus hijos.