La novia de Miguel ratifica que conocía el crimen de Marta del Castillo

INFORMATIVOS TELECINCO 14/03/2009 10:09

La menor ha prestado declaración como testigo durante dos horas en el juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, donde ha reconocido que su novio le contó que había golpeado a Marta en la cabeza y se había deshecho del cuerpo con la ayuda del menor de 15 años implicado en el caso, 'El Cuco', y de su amigo Samuel B.P.

La menor, que llegó a la sede judicial con una familiar y acompañada de su abogado, ha comenzado su declaración a media mañana y dejó las dependencias sobre las 13,00 horas ante una gran expectación de medios de comunicación.

La Fiscalía de Menores no ha tomado ninguna medida sobre la joven después de su confesión, por lo que, por el momento, es una testigo en el caso que instruye el juez Francisco de Asís Molina.

La testigo aseguró el lunes a la Policía, tras un mes y medio manteniendo que no sabía nada de la desaparición de Marta, que la noche del 24 de enero Miguel C.D., llegó a casa en torno a las 22,50 horas, en estado nervioso y con una mancha de sangre en la ropa, aunque no fue hasta la mañana siguiente cuando le confesó el crimen.

Así, a la versión oficial de que el cuerpo de Marta fue arrojado al río sobre las 22,30 horas se une la hipótesis de que el cadáver fuera tirado al río de madrugada, ya que Miguel podría haber salido de la vivienda de Camas en plena noche.

En cuanto a la posible ocultación de información por parte de la familia de esta menor, la Policía Nacional tomó también declaración el pasado lunes a la abuela de la joven, Soledad Gómez, ya que ésta había lavado la ropa que Miguel llevaba la noche del crimen.

Se autoinculpan y se retractan

El martes volvieron a prestar declaración Miguel C.D y el menor implicado en el caso conocido como El Cuco. El asesino confeso de Marta del Castillo declaró que golpeó a la joven durante una discusión y que después sus amigos, Samuel B.P. y Javier G.M. sacaron el cadáver y lo arrojaron al río Guadalquivir. Además, ratificó que su hermano mayor, de 40 años, no estuvo en ningún momento en el piso la noche de la muerte.

Por su parte, el menor Javier G.M. afirmó en una comparecencia de cuarenta minutos que todo lo que había declarado hasta ahora era mentira, y que la noche del crimen, estuvo en un botellón.

La retractación de Javier se unía así a la realizada por Samuel B.P. ante el juez el pasado 17 de febrero, cuando desmintió su confesión ante la Policía y la justificó por las amenazas recibidas. A la vez pidió ser sometido a un examen forense por los hematomas que decía presentar en todo el cuerpo.