Jaime Estrany tenía parálisis cerebral. Fue su familia la pionera en recoger tapones de plástico para recaudar dinero, que destinaban a la investigación médica. Hoy no hay oficina, bar o comercio en España que no recoja tapones para ayudar a un niño a tratarse de su enfermedad o a colaborar en la investigación.
La iniciativa de los Estrany tuvo tal acogida que en unos pocos meses muchas otras familias con hijos enfermos se unieron a la causa, crearon una asociación y recaudaron más de 30 toneladas de plástico y 5.000 euros.
“Aunque no podemos estar más tristes y con el alma rota Gracias” dicen sus padres en redes que le recuerdan como “un niño alegre, feliz y al que le encantaba estar rodeado de gente”.
El velatorio de Jaime Estrany se celebrará hoy en Son Valentí, el cementerio de Palma, de 14.30 a 21.00 horas.