Un portavoz de la Policía de Chiclayo precisó a Efe que son seis los fallecidos y que los heridos suman cinco, según los últimos reportes oficiales.
"Dos de los seis cuerpos no han podido ser identificados aún debido a la magnitud de los destrozos", precisó el portavoz.
El jefe policial de la región Lambayeque, José Félix, dijo a Radio Programas del Perú (RPP) que la fuerza de la explosión provocó la destrucción e incendio casi total de la casa donde funcionaba el taller pirotécnico, así como de los techos de otras tres viviendas vecinas.
El Canal N de la televisión local indicó que una de las víctimas mortales, aparentemente el dueño del taller, fue arrojado por los aires por la fuerza de la explosión y quedó tendido en medio de la calle.
Los heridos en esta explosión, ocurrida en una barriada en la zona de Cerropón, en Chiclayo, a unos 780 kilómetros al norte de Lima, ya fueron evacuados a un hospital de la ciudad.
Estas cinco personas, algunas con quemaduras de tercer grado, "se encuentran estables", agregó la fuente policial.
Por su lado, un representante del Instituto de Defensa Civil Carlos Balarezo dijo a Canal N que casi la totalidad de los talleres pirotécnicos en Chiclayo son clandestinos y "ninguno se adecúa a la ley", situación que "genera problemas gravísimos" como el fatal incidente de hoy.
Este accidente se produjo a pesar de que en Perú se dictaron estrictas restricciones al uso de pirotécnicos luego de que el 29 de diciembre de 2001 un gigantesco incendio producido por vendedores informales de pirotécnicos dejara 280 muertos en las cercanías del Mercado Central de Lima.
Sin embargo, la intensa demanda de castillos de fuegos artificiales para las fiestas populares en distintas regiones del país lleva a que estos sean fabricados, en muchos casos, de manera informal.