Da a luz en la carretera con ayuda de la Guardia Civil: "Ella sola sacó a su hija y se la puso en el pecho"

  • La madre estaba sentada en el asiento del copiloto, medio incorporada, sacando a su bebé y se la puso en el pecho

  • El sargento Franco y su compañero, el agente Molina, del puesto de Villanueva de la Serena, en Badajoz, atendieron un servicio que será difícil de olvidar

No sabemos cuándo estaba previsto el parto ni cuales eran los planes, pero eso ya no importa. Esther ha nacido el 13 de agosto de 2021, de madrugada, dentro del coche en una carretera de Extremadura. Sus padres iban camino del hospital, pero no llegaron a tiempo. Madre e hija se conocieron mucho antes de lo pensado, en el asiento del copiloto del vehículo. La anécdota tiene un final feliz: las dos se encuentran en buen estado y, ya sí, en el hospital.

Sobre las seis de la mañana, el sargento Franco y su compañero, el agente Molina, del puesto de Villanueva de la Serena, en Badajoz, atendieron un servicio que será difícil de olvidar. En 12 y 20 años de trabajo respectivamente, nunca habían visto nada igual. Los padres llevaban una hora y media de carretera camino del hospital, les faltaban 10 minutos cuando pararon en la cuneta de la carretera del municipio de la Serena.

"Al acercarnos al coche, el padre estaba fuera, muy nervioso y gritando", cuenta a NIUS el sargento Franco. El agente se quedó con el padre intentando buscar un punto de calma. Era muy difícil: "Se creía que a su hija o a su mujer les iba a pasar algo", confiesa Franco. Mientras, el compañero, se acercó para ayudar a la madre. Estaba sentada en el asiento del copiloto, medio incorporada, sacándose a su bebé y se la puso en el pecho".

Los gritos de la mujer suenan aún en los recuerdos de los agentes: "Decía que tenía muchas contracciones y que sentía mucho dolor", cuenta Franco. Los agentes, seguían por teléfono las recomendaciones del servicio de emergencias que estaban al llegar. "Nos dijeron que le habláramos y eso hicimos", añade. En los 15 minutos aproximadamente que tardó la ambulancia en llegar hablaron sobre que le pondrían de nombre Esther y, de que es la tercera hija. Mientras hablaban, la pequeña se enganchó al pecho, y el alivio por la reacción llegó para todos. "Está bien, está bien", gritaba Molina. El padre se acercó de nuevo y volvió a gritar, no sabía si de rabia, miedo o felicidad, o quizá, un poco de todo.

La ambulancia llegó y tras atender a la madre y al bebé las trasladarond al hospital. Los agentes, acompañaron al padre: "Son los verdaderos héroes de su hija", dice Franco. Tardará en olvidar la entereza de cómo la mujer sacó de sus entrañas a su hija, la colocó en su pecho, y aunque seguro que no fue el parto soñado ni esperado, ha sido la mejor historia de ellas.