Junto a su padre, Aryanna Gourdin viajaron a Sudáfrica con la única intención de cazar. Durante esta visita, ambos se dedicaron a matar animales como cebras, jirafas o impalas y a hacerse fotografías con ellos, tal y como explica el diario 'New York Daily News'.
La reacción no se hizo esperar y fue cuestión de tiempo que la foto en la que aparecía posando con la jirafa alcanzara los 73.000 comentarios, en su gran mayoría condenando esta actividad. Es por ello que la joven volvió a usar esta red social, esta vez para defenderse de los ataques, asegurando que todos la carne de estos animales fue llevado a orfanatos y que la caza es buena para las especies en peligro de extinción.