La preciosa obra de arte con la que una niña de 11 años ha sorprendido a la Red

Informativos Telecinco / Agencias 03/08/2018 07:23

Desde muy pronto, pintar ha sido una de las pasiones de Amiah Crisler, una pequeña de 11 años que ya ha conquistado a miles de personas con su arte.

Aprovechando redes sociales como Facebook o Instagram, Amiah comparte sus creaciones dando muestra de su extraordinaria creatividad y su especial sensibilidad a la hora de entender la pintura.

Como informa el medio Syracusa, su estilo favorito es la pintura acrílica y la denominada pintura al aceite, pero, cuando hay talento, no importa cuál sea el material y la superficie sobre la que tenga que trabajar para demostrar sus dotes.

Eso fue justamente lo que hizo en el último concurso anual de pintura en la calle que celebra la localidad neoyorquina de Siracusa; el ‘Street Painting Festival’. De hecho, son ya dos los años consecutivos en los que la pequeña impresiona a todos con sus obras. La última de ellas: un precioso perro de colores dibujado sobre el suelo de una de las calles de la ciudad que le valió para ganarse el primer puesto del concurso en su categoría así como para ganar también el premio a la elección favorita del público.

Pero si espectacular es el resultado de su creación más aún resulta cuando apreciamos el proceso que lleva a la misma, es decir, desde el preciso instante en que hace el primer trazado sobre el suelo hasta que finaliza definitivamente su obra.

Su madre compartió parte de ese proceso artístico en Facebook, donde cosecha miles de ‘Me Gusta’, para mostrar a todos lo qué es capaz de hacer su hija, la cual estuvo practicando previamente en casa para asegurarse de que conseguía el resultado esperado. La práctica hace al maestro, se suele decir, y sin duda ella acumula muchas horas dedicadas a su pasión.

“Verdaderamente quiero que la gente vea mi trabajo. Quiero que los niños más jóvenes exploren su talento natural”, dice ella, segura de que “toda casa merece arte”.

Completar este trabajo le llevó un total de cinco horas, durante las cuales no se separó de sus cascos, inspirándose también en la música para hacer brillar su talento y creatividad.