Su caso conmovió a la sociedad hace dos años: una niña vietnamita afectada por un gran tumor que le deformaba la cara y que fue operada en Madrid gracias una campaña solidaria. Todo comenzó cuando Patti, una mujer americana, vio la fotografía de la pequeña. Ella fue la que promovió una recogida de fondos en su país para que Nuyet pudiera venir a curarse al Hospital Gregorio Marañón. La tres protagonistas de esta historia se encuentran de nuevo en Madrid donde la niña se ha sometido a una nueva intervención.
Nguyet ya no se esconde de las cámaras. Su aspecto cuando le quiten las vendas que aun protegen los injertos de piel, será prácticamente normal. La transformación la ha conseguido el equipo de anomalías vasculares. Su caso es uno de los más difíciles a los que se han enfrentado en el centro y sin duda el más emotivo.