“Los obesos están discriminados”

INMA MALDONADO 04/12/2009 06:45

Según el doctor Xavier Formiguera, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, el obeso en España “es una persona de entre 30 y 50 años, más a menudo mujeres que hombres, que padece una acumulación de grasa normalmente en la zona abdominal”, pero además padece toda una serie de enfermedades derivadas de su obesidad. Entre los problemas de la persona obesa se añaden los psicológicos debido a que, afirma Formiguera, “las personas obesas están discriminadas”.

Los obesos, explica Formiguera, no sólo luchan contra enfermedades metabólicas, como la diabetes, y con riesgos cardiovasculares, como hipertensión, accidentes cerebrovasculares o infartos de miocardio. Batallan también contra la depresión, contra la ansiedad, los miedos que genera ser distinto a los demás. “Sufren psicológicamente, porque están discriminados. Hoy en día siguen sin conseguir grandes puestos de trabajo, se dedican a oficios menos remunerados, tienen menos estudios y no suelen triunfar ni sentirse cómodos en las relaciones sociales”. Estas sensaciones son extremadamente perjudiciales para el obeso, “que en muchas ocasiones se refugia en la comida y el problema se convierte en un círculo vicioso”.

El motivo de estos problemas emocionales derivados de la obesidad se deben a las falsas creencias de la sociedad. “Nos olvidamos de que la obesidad es una enfermedad crónica, y hay que seguirla con un tratamiento crónico con el que controlar la enfermedad, pero no se puede curar”, asegura Formiguera. “Creemos que el obeso es obeso porque quiere, porque no se harta de comer. De esta forma, dice, seguimos culpabilizando a quien es un enfermo como otro cualquiera de falta de voluntad”, un error muy común y muy grave de las personas que no conocen de cerca esta enfermedad.

Xavier Formiguera se lamenta de este hecho y asegura que, con la celebración del Día Nacional de la Persona Obesa, “tratamos de llegar a la gente y relatarles lo que es un problema más serio que lo estético”. Porque el problema es que, aunque cada vez se habla más y mejor de la obesidad, “no llegamos a la gente normal, nos falta comunicación, aunque nosotros estamos muy concienciados”.

El trabajo para la aceptación de los obesos va más allá de la consulta médica, como asegura Ileana Izverniceanu, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios, que asegura que “ahora no llegan quejas sobre problemas a la hora de vestir, porque las tiendas de ropa han entendido que no todas las personas son iguales y hay mucho más tallaje de todos los estilos y para todos los gustos”, pero sí hay otros sectores “en los que las empresas no prevén que las personas son distintas y falta respeto hacia los obesos”.

La instantánea que recoge a una persona con sobrepeso viajando en American Airlines sin caber en su asiento corrobora para Izverniceanu “que hace falta una regulación igual que la que existe para el overbooking o los retrasos en los vuelos” porque viajar así “supone una falta de seguridad para el propio pasajero y los otros que viajan con él, así como para el personal de vuelo”, además de “ser una falta de respeto para esta persona, que no viaja cómoda, es denigrante”. Lo peor, dice, es que se registran pocas quejas en nuestro país, aunque las hay, “porque sigue dando vergüenza reclamar”.

En España, más de la mitad de la población, el 52%, sufre sobrepeso. De los españoles un 20%, según los últimos datos, es obeso. Las cifras aumentan considerablemente con el paso de los años. En el 2000, hace menos de una década, el porcentaje de población obesa era del 15,9%. Frenar, detener estos números, coinciden todos los expertos, es un reto que se juega con los más pequeños, en la educación de las nuevas generaciones.