Multitud de turistas se han retratado cerca de aviones en una playa próxima al aeropuerto de Phuket (Tailandia) denominada “Selfie beach”, donde el objetivo es captar la mejor instantánea y subirla a las redes sociales. Tras las quejas de algunos pilotos, las autoridades han decidido cerrar esta zona. También han prohibido volar drones y utlizar flashes para evitar accidentes. En este sentido, un oficial ha alertado de que atentar contra la seguridad aérea puede llegar a castigarse hasta con la pena de muerte.