Jasmine Carr nació a finales de septiembre del pasado año en un hospital de Reino Unido. Tenía un grave problema del corazón, una de las partes de este órgano no se había desarrollado completamente y su muerte era casi inevitable.
Sin embargo, la pequeña ya está en casa, después de ser sometida a una intervención, la primera en el mundo que se le realiza a un paciente de tan poca edad, según publica 'The Mirror'.
Los padres supieron a las 20 semanas de embarazo que su niña tendría problemas. Tenían que elegir si interrumpir el embarazo o someter a su bebé a una operación inmediamente después de su nacimiento. Ellos decidieron seguir adelante.
Así que cuando Jasmine nació los cirujanos tuvieron que reconstruir su corazón en una delicada operación que duró 11 horas. Al día siguiente de la operación, sufrió un paro cardíaco que superó, y desde entonces permaneció en la UVI del hospital Freeman NewCastle de Reino Unido.
Poco antes de navidad, la niña fue trasladada a una sala de cuidados intensivo y poco a poco ha ido mejorando su estado y ya los médicos empiezan a mostrarse más optimistas y a creer en su recuperación.
El lunes de la semana pasada se sometió a otra operación para ensanchar una arteria y sus padres esperan ahora poder llevarla a su casa en los próximos meses. Suponen que Jasmine estará lista para abandonar el hospital y llegar a casa en abril y planean una fiesta para cuando eso ocurra.
El paciente más joven que fue sometida a una operación similar tenía 36 horas de nacido y tuvo lugar en Birmingham.