Osoro invita a realizar una peregrinación interior para "encontrar respuestas y volver al amor de Dios" en Cuaresma

EUROPA PRESS 18/02/2015 17:43

Osoro ha señalado que es el mejor momento pare realizar una peregrinación interior "hacia quien es la verdadera fuente de la misericordia". Así, ha indicado que "Jesucristo nos acompaña a través del desierto de las pobrezas de nuestra vida que nos hacen caminar por valles oscuros".

También, el arzobispo ha asegurado que el hombre tiene "hambre de amor". "Un amor que colme su vida, que cuando se acerque a su existencia le llene de felicidad, de gozo y de capacidad para ser lo que es", ha apostillado.

Además, Osoro ha indicado que el Papa Francisco recordó que "cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente". "Aprovechemos este tiempo de Cuaresma para volver al amor de Dios y encontrar respuestas para todos los pueblos y todos los hombres", ha añadido el arzobispo.

A su juicio, los hombres "tienen la oportunidad de convertirse a favor del Señor, de dejarse mirar por Él, de mirarlo, y de mirar al hermano como Dios mismo los mira a ellos".

Por otro lado, uno de los desafíos más urgentes de hoy, a su juicio, es el de la globalización de la indiferencia, y ha asegurado que "globalizar el amor de Dios es una respuesta que urge darla y que se ha de convertir en la gran propuesta que los discípulos de Cristo hacen a todos los hombres".

"La Cuaresma nos recuerda que la vida cristiana es un combate sin pausa, en el que utilizamos las armas de la oración, el ayuno y la penitencia". "Estas armas nos ayudan a morir a nosotros mismos y a vivir en Dios, a tomar conciencia de nuestro bautismo, a salir de nosotros para abrir el camino del abandono confiado al abrazo misericordioso de Dios", ha aseverado el arzobispo.

También, Osoro ha animado a vivir la Cuaresma "asumiendo una estructura de vida eucarística", porque "nos adentra en el acto oblativo de Jesús y nos implicamos en la dinámica de su entrega", y a vivir cuatro aspectos de la conversión; la conversión a Jesucristo, la Conversión a su discipulado, la Conversión a la fraternidad y a la comunidad, y la Conversión misionera y social.