La historia de Carlos frente a la covid: creía que su mujer tenía gripe, le contagió y acabó en la UCI

  • Carlos pide a los jóvenes que piensen que "tienen mucho tiempo por delante para salir"

  • Gracias a un tratamiento con antiinflamatorios durante tres días se ha recuperado

Los pacientes que han sido hospitalizados por la covid19 piden mayor concienciación sobre la necesidad de frenar la epidemia. Carlos, un paciente del hospital Gregorio Marañón de Madrid, pide a los jóvenes que piensen que "tienen mucho tiempo por delante para salir".

Su caso es similar al de Agustina, otra de las pacientes hospitalizadas a causa de la covid. Con solo 50 años, Carlos pasó un mes ingresado en la UCI. Gracias a un tratamiento de antiinflamatorios durante tres días se ha recuperado, pero nunca olvidará la experiencia.

Se contagió en casa, su mujer comenzó con unos síntomas que confundieron con un resfriado. "Ahí es donde el covid es un traicionero y te pilla", señala Carlos. Su perfil es el del paciente tipo de esta segunda ola: "Pacientes más jóvenes, más test, por lo tanto, más pacientes asintomáticos o con cuadro leve. Nadie tiene garantías de no sufrir complicaciones", explica el jefe de Medicina Interna del hospital madrileño, Antonio Muiño.

"Los hospitales están mal, al límite"

Hay un cálculo que no falla, el 10% de los que ingresan acaban en la UCI. El Gregorio Marañón tiene dos dedicadas en exclusiva al coronavirus. Las dos ya están llenas. "Los hospitales están mal. Si no bloqueados, al límite", comenta sobre la situación de estas salas el jefe de UCI del hospital, José Eugenio Guerrero.

En la primera ola llegaron muchos pacientes de golpe, ahora atienden a muchos menos. Sin embargo, desde agosto es un goteo incesante. El personal sanitario expresa su agotamiento. Llevan muchas semanas estancados en unas cifras de pacientes demasiado altas.

Y es que estas cifras parece que se resisten a remitir. "No ha sido solo un cansancio físico, han sido heridas profundas y emocionales", señala la supervisora de UCI del hospital Gregorio Marañón, Cristina Díez. Los pacientes y profesionales sanitarios echan en falta el calor de las familias. El coronavirus ha aniquilado la humanización de los hospitales.