El Papa Francisco hace un llamamiento de ayuda a los refugiados vistiendo una de sus pulseras de identificación

Reuters/EP 01/10/2017 13:47

El máximo pontífice ha visitado un polémico centro de refugiados en las afueras de Bolonia, conocido como 'El Eje' ('The Hub'). Dirigido por una organización benéfica, es el hogar de alrededor de 1.000 solicitantes de asilo, la mayoría de los cuales arriesgaron sus vidas cruzando el Mediterráneo de África y Oriente Medio.

Allí viven en contenedores grises y otras formas de vivienda temporal mientras esperan decisiones sobre sus solicitudes de asilo para ser trasladados a otras ciudades de Italia.

Muchos de los refugiados e inmigrantes carecen de documentos y llevan una pulsera de plástico amarillo. El Papa llevaba una con su nombre y el número 3900003 en su muñeca derecha. Un refugiado africano fue quien le entregó esta pulsera.

"Muchos que no os conocen os tienen miedo --les ha comentado--. Eso hace que piensen que tienen el derecho a juzgaros con frialdad y dureza". En este sentido, el Papa ha rendido homenaje a aquellos que "nunca llegaron porque fueron devorados por el desierto o el mar".

Unos 600.000 inmigrantes y refugiados empobrecidos han llegado a Italia en menos de cuatro años. En ese tiempo, más de 13.000 han muerto tratando de cruzar el Mediterráneo.

El Papa Francisco, que ha hecho de la defensa de los inmigrantes y refugiados un importante punto de su papado, también ha condenado el 'troleo' en Internet contra los extranjeros, diciendo que habían sido sometidos a "terribles frases e insultos".

"Si miramos a nuestros vecinos sin piedad, nos arriesgamos a que incluso Dios nos mire sin misericordia", ha expresado.

La defensa de los inmigrantes por parte del Papa, su segundo en menos de una semana, llega en un momento de creciente sentimiento anti-inmigrante en Estados Unidos y en muchos países europeos donde han avanzado los partidos de extrema derecha.

La semana pasada, el partido de extrema derecha y anti-inmigrante Alternativa para Alemania (Afd) subió al tercer lugar en las elecciones nacionales en este país, aprovechando la inquietud pública por la llegada de más de un millón de inmigrantes en Alemania en los últimos dos años.

Por ello, el Papa Francisco ha pedido a más gobiernos que faciliten iniciativas respaldadas por el sector privado y grupos comunitarios para establecer "corredores humanitarios para los refugiados en las situaciones más difíciles".

Se trata de una referencia a programas como los que se llevan a cabo en Italia por la comunidad de paz Sant'Egidio, con sede en Roma, que regularmente trae a Italia a los refugiados que huyen de la guerra civil en Siria.

La Liga del Norte antiinmigrante de Italia, cuya base se encuentra en las regiones al norte de Bolonia, ha prometido reprimir la emigración de los países en desarrollo si forma parte de un gobierno de coalición tras las elecciones del próximo año.