El Pontífice ha definido la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús como "la fiesta del amor", de "un corazón que ha amado tanto" y, citando a San Ignacio de Loyola, ha indicado que es un amor que "se manifiesta más en las obras que en las palabras" y que es sobre todo "más dar que recibir".
En esta línea, el Papa ha precisado que el Buen Pastor representa el amor de Dios porque Él conoce a sus ovejas una a una y porque "el amor no es un amor abstracto o general", sino amor "hacia cada uno" ya que "Dios se hace cercano por amor, camina con su pueblo y este caminar llega a un punto que es inimaginable".
Además, ha destacado que, aunque es difícil imaginar que el mismo Señor es cercano, camina y se queda con el hombre y además "se queda con su Iglesia, se queda en la Eucaristía, se queda en su Palabra, se queda en los pobres", ha insistido en que es "el pastor cercano a su rebaño, cercano a sus ovejas, que conoce una a una".
Por otro lado, el Pontífice ha evocado la premura por la oveja perdida y por aquella herida y enferma, ya que el Señor "ama con ternura" y ha añadido que "no ama con las palabras" sino que se acerca con ternura.
Finalmente, el Papa ha precisado que "más difícil que amar a Dios es dejarse amar por Él" por lo que ha animado a los presentes a pedirlo en la Misa. "Señor yo quiero amarte, pero enséñame la difícil ciencia, la difícil costumbre de dejarme amar por ti, de sentirte cercano y de sentirte tierno", ha concluido.