El Papa reivindica el papel de los santos: "Nuestra historia necesita místicos"

EUROA PRESS 21/06/2017 12:08

En este sentido, ha pedido que Dios de a cada hombre la esperanza de ser santos. "Es el gran regalo que cada uno de nosotros puede devolver al mundo. Que el Señor nos de la gracia de creer tan profundamente en Él, que podamos volvernos imagen de Cristo en este mundo", ha recalcado.

Así, ha señalado que en los momentos difíciles es necesario tener coraje para elevar la mirada al cielo y pensar en los muchos cristianos que, pasando a través de las tribulaciones, han "custodiado blancas las vestiduras bautismales. "Esto es posible", ha enfatizado.

Francisco ha recalcado que Dios no abandona nunca al hombre y que cada vez que se le necesite vendrá un ángel suyo, "ángeles" que algunas veces tienen un rostro y un corazón humano. "Porque los santos de Dios están siempre aquí, escondidos en medio de nosotros", ha dicho.

El Pontífice ha recordado que la invocación a los santos está presente en la vida de los católicos desde el bautismo, también en el matrimonio y en la vocación sacerdotal.

"Poco antes de recibir el óleo de la unción bautismal como catecúmenos, símbolo de la fuerza de Dios en la lucha contra el mal, el sacerdote invita a toda la asamblea a rezar por aquellos que están a punto de recibir el bautismo, invocando la intercesión de los santos", ha señalado. En este sentido, ha puntualizado que desde ese momento, y en todos los sacramentos, se regala a los hombres la presencia de los hermanos y hermanas "mayores", que han pasado por su mismo camino, que han vivido sus mismas fatigas y "viven para siempre en el abrazo de Dios".

"No estamos solos, la Iglesia está compuesta de innumerables hermanos, a menudo anónimos, que nos han precedido y que por la acción del Espíritu Santo están involucrados en las vivencias de los que todavía viven aquí abajo", ha añadido.

Por ello, ha asegurado que los cristianos en el combate contra el mal no desesperan, resaltando que el cristianismo cultiva una confianza "inquebrantable". "La última palabra sobre la historia del hombre, no es el odio, no es la muerte, no es la guerra. En cada momento de la vida nos asiste la mano de Dios, y también la discreta presencia de todos los creyentes que nos han precedido con el signo de la fe" (Canon Romano)", ha insistido. A su juicio, su existencia demuestra sobre todo que la vida cristiana no es un ideal inalcanzable.

Al finalizar, el Papa ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos de España y Latinoamérica y ha deseado que el Señor les conceda la gracia de ser santos.