Carlos Luna, que emigró a Suecia en la década del 70 como refugiado político y hoy es uno de los "representantes" del Papa Francisco en este país nórdico, decidió junto a su pareja reunir dinero y ropa para los gitanos rumanos que acampaban cerca de su ciudad, Bastad.
Sin embargo, al no conseguir dinero suficiente, se le ocurrió la idea de pedirle al Papa un solideo para subastarlo y apoyar con el dinero recaudado los esfuerzos para ayudar a los romaníes.
"El Papa pensó que era una buena idea. Nos envió su solideo por valija diplomática. Es personalizado, está diseñado para él y certificado por el Vaticano", asegura Luna, según informa la Unión Romaní.
Además, afirma que Francisco le dijo a su amigo que "los gitanos son las personas más vulnerables de Europa", que "no son agresivos y nunca han peleado guerras contra nadie".
La subasta del solideo se realizará el próximo mes de diciembre y será para el mejor postor, aunque el amigo del Pontífice señala que "es imposible estimar el valor del casquete del Papa".
Esta no es la primera vez que Francisco se une a una causa solidaria pues ya el pasado mes de febrero donó una Harley-Davidson con su firma que le habían regalado cuando la compañía cumplió 110 años. La moto fue vendida por 241.500 euros y el dinero se destinó a un comedor comunitario de Caritas en Roma.