Recoge con cuidado pequeños trozos de historia ahora reducidos a escombro. Parte de la muralla medieval de Zaragoza se ha venido abajo. Siete siglos defendiendo a la ciudad. Sus ladrillos aún guardan en la memoria el asedio francés durante la Guerra de la Independencia. Ahora, el viento y las últimas lluvias la han dejado mutilada. Los vecinos de la zona ya habían advertido de su estado y aunque el Ayuntamiento ya había colocado un andamio para reforzarla... no ha sido suficiente. A tan sólo diez Kilómetros de Cuenca la lluvia también ha abatido otro monumento histórico. El conocido como Puente de Valdecabras. Ha aguantado el paso del tiempo desde el siglo XVII ahora imposible arreglarlo. Su coste es demasiado elevado. Hace unos días el agua también arrebataba a Soria unos metros de su muralla. Ahora sus vecinos piden más seguridad. Son las pequeñas heridas que estas lluvias están causando a nuestro patrimonio.