Desde que se popularizó el uso de los teléfonos inteligentes, los expertos del sueño han afirmado que son la razón por la que la casi un tercio de la población tiene problemas de sueño.
Pero un nuevo estudio de la revista Human Biology, como recoge Huffington Post, apunta que aunque las personas estén alejadas de fuentes de luces artificiales, los patrones del sueño se pueden ver afectados de igual manera.
Para demostrar esta afirmación, un grupo de investigadores de la Universidad de Duke estudió los patrones de sueño de las personas que viven en la localidad agrícola de Madagascar. La población de esta localidad vive sin electricidad y sin otros fuetes de luz artificial. El resultado del estudio demostró que los ciudadanos dormían menos que un grupo que vivía en Estados Unidos e Italia, e incluso la calidad de su sueño era peor. Sin embargo, la salud de los de Madagascar es mucho mejor frente a los otros grupos.
“Esta es una prueba de que las poblaciones tradicionales pueden tener un fuerte ritmo circadiano y sueños cortos al mismo tiempo”, declara el científico David Samson al citado medio. Tener un ritmo circadiano más consistente implicar tener un menor riesgo para padecer problemas de memoria, del corazón, metabólicas y algunos tipos de cáncer.