Paul Mason, un británico de 49 años, ex-cartero de profesión, llegó a alcanzar los 355 kilos de peso, algo que le impidió durante años hacer vida normal."No quiero volver a mi viejo yo. Estoy decidido a seguir perdiendo peso hasta que tenga un tamaño normal. Ahora soy mucho más feliz y me siento más saludable." dice Paul sonriente según News of the world.
Su vida con 355 kilos de peso era totalmente insostenible, en 2002 los bomberos tuvieron que romper la pared de su casa y sacarle con una carretilla elevadora para poder ser trasladado al hospital con motivo de una operación de hernia. Necesitaba cambiar de vida y mediante una rigurosa dieta adelgazó 70 kilos lo que le permitió pasar por quirófano. Allí se sometió a una cirugía de bypass gástrico con la que siguió bajando de peso hasta quedarse en los 228 kilos que pesa a día de hoy.
20.000 calorías diarias
No ha tenido más remedio que cambiar sus hábitos alimenticios, Paul reconoce que durante años llegó a consumir hasta 20.000 calorías diarias, lo que supone una cantidad ocho veces superior a la que consume un hombre normal y corriente cada día. Hasta que se vió obligado a abandonar la comida basura y pasarse a las carnes magras, frutas frescas y hortalizas.
Ha ganado mucho en salud, a pesar de que semanas después de ser operado sufrió un ataque al corazón, por suerte sin graves consecuencias. Aunque sus ropas siguen siendo hechas a medida y en ocasiones va desnudo para no tener que vestirse, ha conseguido un volúmen corporal que le permite sentarse en una silla de ruedas motorizada y especial para él, de manera que puede disfrutar de salir a la calle y trasladarse de un sitio a otro él mismo.
SCA