No tienen casi comida ni combustible y las horas se hacen eternas en un pesquero que lleva días vagando cerca de las costas libias. Allí el Nuestra Señora de Loreto, con base en Santa Pola, rescató a 12 inmigrantes que cayeron al mar y estaban a punto de morir ahogados.
El Gobierno español solo le ofrece la posibilidad de dirigirse a un puerto Libio pero ni la tripulación, ni los inmigrantes quieren. Los marineros saben que no es un lugar seguro para ellos. Tampoco para los rescatados que dicen "preferir la muerte".
El capitán Pascual Durán que ya ha rescatado a más personas en otras ocasiones ha explicado que el cocinero está racionando la comida y que los inmigrantes cada vez están más nerviosos y cansados. El barco humanitario Open Arms se dirige hacia ellos para hacerse cargo de estas 12 personas. Hasta ahora nadie se ha atrevido a acercarse a ellos, ni siquiera para llevarles víveres.