"Querida presidenta: le pido por favor una cama cucheta (litera) porque la que tengo está rota", escribió Gisell Salinas en el aula de la escuela pública a la que asiste en la localidad de Pocito, en la provincia argentina de San Juan (oeste), de donde mandó la carta en un sobre color rosa a la Casa Rosada, sede del Gobierno.
"En la escuela izamos la bandera sin bandera, porque se la robaron", apuntó la niña en declaraciones que publica el diario Crítica, de Buenos Aires.
Nueve meses después, "dos camiones enormes" estacionaron a las puertas de la casa de la familia Salinas para descargar la cama litera, otra de dos plazas, un ropero, una mesa con seis sillas, una cocina y juegos de sábanas.
"Sentí una felicidad muy grande. No lo podía creer: hay tanta gente que manda cartas...yo la escribí con mi letra", afirmó Gisell, quien recordó que cuando mandó la carta había "cruzado los dedos" para llamar a la suerte de que su petición fuese atendida.