La operación, que llevaba cuatro meses de investigación detrás, se está desarrollando desde la noche del pasado viernes y se mantiene abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones.
Además de los once arrestados, todos de nacionalidad marroquí, la operación se ha saldado, hasta ahora, con la intervención de cerca de setenta kilos de hachís, 3.000 euros, cuatro coches, el registro de dos viviendas y el precinto de cinco bares de diferentes barrios de la ciudad.
A los detenidos, entre ellos el considerado máximo responsable de la banda, se les acusa de trasladar por carretera la droga desde el sur de España hasta Vitoria para su distribución en distintos locales de cinco barrios de la ciudad.
Los presuntos traficantes trasladaban la droga en un coche al que le habían fabricado un falso bajo en el maletero y que circulaba con otro vehículo "lanzadera" que advertía a los ocupantes del que transportaba la droga de posibles incidencias en la circulación, como controles policiales.
La mitad de la droga que se ha incautado la Policía fue localizada en uno de los vehículos, otra importante cantidad en uno de los domicilios registrados y menores cantidades en la cintura de uno de los detenidos, que la llevaba como si se tratarse de un cinturón, y en los locales citados.
En la operación ha participado la unidad canina de la Ertzaintza, que ha colaborado en la detección de la droga que en el mercado podía alcanzar el medio millón de euros.
El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Vitoria, José Manuel Bully, ha destacado esta operación en la que la Policía local ha logrado una de sus mayores incautaciones de droga y ha advertido de que la administración local va a tener "mano dura" con los locales en los que se vende droga.
En este sentido, ha adelantado que no descarta que se pueda llegar a la clausura definitiva de los cinco bares precintados.