El animal, una boa constrictor de aproximadamente un metro y medio de longitud, estaba enroscada en la barandilla del balcón. Entre los dos agentes consiguieron separarla de los barrotes y meterla en una jaula, a pesar de la fuerza con la que estaba enrollado el reptil.
Los policías realizaron las gestiones oportunas entre los inquilinos y vecinos del inmueble sobre la posible procedencia del reptil o alguna información sobre su posible dueño. Ante la ausencia de referencia alguna sobre este animal, especie oriunda de América Central, y en ocasiones de la parte norte de Sudamérica, finalmente la boa fue trasladada al Centro de Protección Animal del Ayuntamiento.
Unidad de Medio Ambiente
Entre las numerosas funciones que desarrollan los agentes de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal de Madrid, una de las más llamativas es el control de animales.
Este servicio, tras localizar cualquier tipo de animal que malherido, abandonado, perdido o en cualquier otra circunstancia homóloga, intenta localizar al dueño. Si este trámite resulta infructuoso, los trasladan al Centro de Protección Animal Municipal.
La Policía Municipal ha recuperado en lo que va de año 285 animales, de los que 200 son aves; 43, mamíferos y 42, reptiles.
El Ayuntamiento recuerda a los ciudadanos que para tener animales exóticos se requieren permisos administrativos (CITES), ya que estos animales son especies que precisan unas condiciones ambientales e instalaciones especiales. Concretamente, la boa constrictor es una especie arbórea, por lo que el terrario debe ser de una altura considerable.