Un condenado a 30 años en la prisión francesa Condé sur Sarthe, al oeste del país, ha asestado varias puñaladas a dos trabajadores de la misma, coincidiendo con un vis a vis con su mujer. Un momento que el sujeto podría haber aprovechado para cometer el acto, que las autoridades oficiales consideran terrorista. Una nación que vive en constante alerta al haber sufrido diversos ataques terroristas durante los últimos años.
Tras realizar su cometido, el individuo se ha atrincherado junto a su esposa, con la cual permanece recluido tras atacar a estas dos personas sobre las 9:45 hora local (8:45 GTM). De hecho, uno de ellos presenta heridas más profundas por lo que se ha calificado de un afectado grave, que aunque no está en peligro su vida sí necesita de unos cuidados intensivos hospitalarios, según ha señalado el Ministerio de Justicia.
El propio Gobierno ha comunicado a través de la responsable Nicole Belloubet que "no hay duda" de que el hecho es un atentado terrorista, que ahora investiga la Fiscalía francesa. El lugar donde se encuentran el hombre y su mujer es el enclave donde los presos reciben a sus familiares. Es un espacio amueblado y apartado de la zona de celdas comunes. Esa intimidad es la que habría permitido al supuesto criminal emprender su macabro plan.
Sorprendidos ante lo ocurrido, Belloubet afirmó que es una de las cárceles con "más medidas de seguridad de todo el país". Las autoridades oficiales piensan que fue la esposa del atacante quien proporcionó el arma blanca del exterior, un cuchillo cerámico que el detector de metal no percibió.
El edificio penintenciario Condé sur Sarthe es una cárcel con aforo para 195 presos, de los que solo están completos 110 por el momento. Hasta el lugar se han desplazado equipos de diferentes categorías de seguridad e intervención para intentar negociar con el individuo. También tienen que desalojar a otro preso que se encontraba en el lugar.
Varios antecedentes
Una lista de delitos recaía ya sobre la figura de este sujeto, que acumulaba 30 años de condena por haber cometido arresto, secuestro, secuestro con resultado de muerte y robo con arma, y a otro año por apología pública de un acto terrorista, y podía ser liberado en 2038.
El propio delegado del sindicato FO carcelario, Alassanne Sall, ha calificado el hecho como un atentado terrorista después de que escuchase pronunciar al hombre en el momento del ataque "Alahu Akbar" ("Alá es el más grande").
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