La lista fue descubierta en un perfil de una red social que la menor utilizaba camuflado con un sobrenombre que conocían muy pocos amigos suyos. La nueva página fue bloqueada hace cinco días y la información está siendo investigada.
Desde su perfil, la presunta asesina se enviaba mensajes a si misma a otro perfil que tenía público. Las imágenes que colgaba las encontraba en las webs de los 'emo', la tribu urbana de adolescentes tristes. Macabras escenas de niñas con guadaña, chicas ensangrentadas o con un cuchillo a punto de cortarse las venas.
Cómo consiguió llevar a Cristina a los sótanos de la antigua yesería sólo lo sabe ella, las dos niñas no había quedado para pelearse... Cistina no tuvo tiempo de reaccionar, la golpeo en la cabeza y le corto la muñeca. La agresora se marcho sin un rasguño.
Al forense le sorprendió que no mostrara ningún sentimiento de culpa. Al fiscal, lo que solo le preocupa es si el centro de menores tenia internet. Los que la interrogaron pensaron que se trataba una psicópata. Ahora es sometida a exámenes psicológicos.