El Ministerio Fiscal sostiene que, el 16 de enero de 2017 sobre las 14.00 horas, el acusado arrojó al foso del ascensor de su casa, en Gijón, a su perro, de raza Teckel. Agentes de la Policía Local encontraron el cuerpo sin vida del animal en el agujero. El acusado no quiso hacerse cargo de él manifestando "... tanto cuento por un perro".
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito relativo a la protección de animales domésticos del artículo 337.3 del Código Penal y solicita que se condene al acusado a 15 meses de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena e inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales y para la tenencia de animales durante 4 años, junto con el pago de las costas procesales.