El Servicio de Alerta de Tsunamis del Pacífico indicó que ninguno de los cuatro seísmos y sus múltiples réplicas a lo largo del día generaron olas gigantes.
Las autoridades locales descartaron que se produzcan grandes daños porque los temblores se registraron a entre 500 y 600 kilómetros de profundidad.
El director del Instituto de Vulcanología y Sismología filipino, Renato Solidum, explicó que el origen del primer terremoto fue tan profundo que apenas se sintió.
Filipinas se asienta sobre el llamado "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
De manera esporádica, terremotos de magnitud superior a 5 grados en la escala de Richter -como los de hoy- son registrados en el sur de Mindanao, las islas Batanes, al sur de Taiwán, y la región oriental de Bicol.