En esta línea, Tomasi ha indicado, en una entrevista concedida a Radio Vaticana, que la comunidad internacional "invierte recursos desproporcionados" en gastos militares.
Asimismo, el representante vaticano ante las Naciones Unidas ha alertado sobre el hecho de ignorar las consecuencias a largo plazo del comercio de las armas porque "las armas fortalecen la criminalidad y nutren las mafias de diversos tipos". En la misma línea, ha denunciado los beneficios que obtienen los traficantes y los intereses económicos de los que producen y venden armas".
"La comunidad internacional tiene que seguir hablando de paz. Debería ser la prioridad número uno de los esfuerzos internacionales facilitar todo lo que construye la paz", ha señalado.
Por último, Tomasi ha concluido que en ciertas ocasiones "la acumulación de armas -compradas con todos los medios legales e ilegales- sirve para mantener pequeñas 'élites' en el poder" que, después, no responden al bien común".