No importa que llueva, algo se despeja en Huelva cuando el restaurante “Puesta de Sol” abre sus puertas. Verónica Garrido, la propietaria, guarda en la cocina la esperanza de los más desesperados, una cocina que regaló todos los días de febrero menús a veinte parados. Su menú solidario ya ha terminado, pero no para todos. El restaurante no podía dejar tirada a Raquel. Lleva dos años en paro, tiene un hijo y está esperando otro. Y ella sigue comiendo gratis. Y como Raquel tres familias, a las que no les faltará comida en este restaurante de manera indefinida.