Tras la tormenta toca poner en órden el caos

Intentan limpiar el lodo de los pocos muebles que aún se pueden utilizar. Son muchos los vecinos de Santa María de Huerta, en Soria que ya preveían que sus casas estaban a punto de inundarse tras una fuerte tormenta. Tanto ha llovido que los barrancos se han desbordado y el pueblo ha quedado completamente anegado. Ahora lo que toca es limpiar armados con mangueras, palas y cepillos borran la huella de ese desastre que los mantuvo en vilo durante varios minutos. Un miedo justificado. El agua empuja y busca salida con tanta fuerza que derriba el muro del cementerio. Una pared de piedra de tres metros de altura que ahora hay que reconstruir. Impresiona ver las tumbas y los nichos cubiertos de barro y algunas lápidas desplazadas por la corriente.