El hombre fue retenido a punta de pistola en la habitación de un hotel de Alicante. Allí lo obligaron a llamar a su familia para pedir el pago de un rescate. La víctima llamó al hermano para pedirle el dinero sin darle ninguna explicación.
Al poco tiempo, según la policía nacional, un amigo de la víctima alertó al hermano de que estaba secuestrado. Fue entonces cuando la familia avisó a la policía que localizó al hombre en un local comercial de San Juan, en Alicante.
Allí fue detenido un hombre que lo retenía. Poco después, los agentes arrestaron a otra persona y días después se detuvo a un tercer implicado. La semana pasada se detuvo al último de los implicados en Fuengirola, Málaga, donde los agentes se incautaron el arma con el que se retuvo al hombre.
Fue la víctima, tras su liberación, la que explicó a los agentes que tenía una deuda con sus captores. Los cuatro acusados, de entre 42 y 49 años de edad, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número cuatro de Alicante, que decretó el ingreso en prisión de todos.