Irina, de 9 años, se encontraba en un parque infantil de la ciudad de Barnaúl, al sur de Siberia Occidental (Rusia), cuando na tubería procedente de una zona en obras se fracturó.
La menor quiso hacerse un selfi con el vapor que salía del conducto sin percatarse del extenso charco de agua caliente que había a su lado.
Tras resbalarse mientras se tomaba la foto, cayó directamente en el charco, a un temperatura "casi hirviendo" según testigos, provocado quemaduras de tercer grado. A pesar de sus gritos pidiendo auxilio, nadie se acercó a ayudarle y tuvo que ser su amiga Alisa (8 años) quien le levantara.
Sí hubo una mujer que se acercó para ayudarles pero que, sin embargo, no llamó a ninguna ambulancia. Por su parte, la madre de Irina, ha denunciado que "no hubiera ninguna barrera" que protegiera o alertada del riesgo del estallido de la tubería.
Según recoge 'Infobae', la mujer declaró que es una zona "peligrosa", ya que se encuentra justo al lado de un parque infantil: "Mi hija está en el hospital debido a la negligencia de alguien".
Una vez fue ingresada en el hospital, los sanitarios aseguraron que la menor había sufrido quemaduras de tercer grado en el 20% de su cuerpo y que se encontraba en estado de shock. Asimismo, diagnosticaron que su estado era "grave" pero que estaba consciente.