Los servicios sanitarios han realizado 1.585 asistencias durante todo el día en Cuatro Vientos

EUROPA PRESS 21/08/2011 00:00

Los servicios sanitarios de Madrid han realizado un total de 1.585 asistencias a peregrinos en el aeródromo de Cuatro Vientos, donde se han llegado a reunir más de un millón de personas para la vigilia con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). La mayoría de estas intervenciones han sido por los efectos del calor y no han revestido mayor gravedad.

Según han informado a Europa Press fuentes de Emergencias Madrid, las horas centrales del día --entre las 14.00 y las 16.00 horas-- han sido las de mayor actividad para los sanitarios de Samur-Protección Civil junto a los Bomberos del Ayuntamiento de la capital, que han estado trabajando todo el día en la zona refrescando a los peregrinos con mangueras.

De las 1.585 asistencias sanitarias, la mayoría han sido debidas a lipotimias, mareos, crisis de ansiedad y pequeñas heridas o cortes. Sin embargo, un total de 52 personas han tenido que ser trasladadas a hospitales de la Comunidad para una mejor observación.

Únicamente se han registrado dos casos graves: un varón ha tenido que ser evacuado al Hospital Gregorio Marañón a causa de una angina de pecho, mientras que una joven de 25 años ha sido ingresada en estado grave por un golpe de calor.

SIETE HERIDOS EN LA TORMENTA

Pero no sólo el calor ha motivado la actuación de los servicios sanitarios. Poco antes de comenzar la vigilia y el discurso del Papa Benedicto XVI, una fuerte tormenta de viento y lluvia ha provocado la caída de varias carpas, un poste de luz y parte del revestimiento de tela del escenario ha resultado dañado.

Por la caída de carpas, que hacían las veces de cafeterías y capillas, siete personas han resultado heridas, aunque ninguna de gravedad. Los dos heridos más graves son dos mujeres que han sufrido fractura de los huesos de la nariz y una posible fractura de clavícula, por lo que ambas han sido trasladadas a sus hospitales de referencia. El resto de los heridos presentaba lesiones de diferente consideración, en general contusiones menores.

La caída del poste de luz no ha causado daños personales, mientras que el retén preventivo de los Bomberos ha aprovechado un descanso en el discurso del Pontífice para sanear el revestimiento y hacer las comprobaciones necesarias para asegurarse de que la estructura no había sufrido daños.