Sheila había denunciado a otras parejas por malos tratos pero nunca a su presunto asesino

Sheila, la primera víctima de la violencia machista de 2019 en la Comunidad Valenciana, no había denunciado nunca a su presunto agresor, Jorge B.C., de 34 años. Solo llevaban juntos algo más de un año, tiempo en el que habían tenido un hijo, el quinto para ella.

Sin embargo, ella, de 29 años, si había presentado denuncias contra varias parejas que había tenido anteriormente. Con estas parejas tenía cuatro hijos, que están bajo custodia de al Generalitat.

En cambio, suienes conocían a la joven se han mostrado sorprendidos por lo ocurrido. Sus vecinos en Calafell, donde ella había vivido anteriormente, aseguran que era bailarina y actriz, pero que solía trabajar de camarera. Cuando empezó la relación con su presunto asesino se mudó con él a Planes. Allí, los dos, naturales de Alcoy, vivían en una casa rural apartada del nucleo urbano. Casi nadie les conocía en un pueblo de 700 habitantes.

El detenido llamó a la Guardia Civil cuando la madrugada del pasado domingo se encontró a su novia muerta en la planta baja de la casa que compartían junto a un cuchillo. Aseguró en su relato a los agentes que le despertaron los llantos del bebé de cuatro meses, que tienen en común. La principal hipótesis en ese momento fue el suicidio. Sin embargo, la autopsia desmontó su versión. Los forenses determinaron que Sheila tenía un fuerte golpe en la cabeza, además de la herida en el cuello.

Ayer en los Ayuntamientos de Planes y Alcoy guardaron sendos minutos de silencio por el asesinato de Sheila. El alcalde de Alcoy, Tonni Francés, dijo que el objetivo era "que nunca más se vuelva a producir un crimen de estas características y que la violencia de género desaparezca de una vez por todas y no tengamos que perder a ninguna mujer más por esta lacra que tanto daño nos está haciendo"

Desde la Asociación contra la violencia de género y familiar de la localidad alicantina lamentó que en los casos de violencia machista "muchas veces las ordenes de alejamiento no sirven para nada" o "cuando la mujer llega al juzgado no se la cree". La responsable de la organización apeló en este sentido a la importancia de la educación: "Se trata de educar a las niñas y a los niños para prevenir la violencia de género; es lo principal, coeducar, además de eliminar estas actitudes machistas que están muy arraigadas en la sociedad".