Trabajadores de los servicios sociales básicos del Ayuntamiento de Barcelona han reprochado a la Generalitat que no les informara con antelación sobre el cambio en la forma de pago de la renta mínima de inserción (RMI) durante agosto, y han afirmado sentirse desacreditados.
En un comunicado, han acusado a responsables de la Conselleria de Empresa y Empleo de la Generalitat de "un gran desconocimiento" de la realidad atendida por los servicios sociales, y les han recriminado que este mes abonen la ayuda con un cheque nominal en lugar de la transferencia bancaria habitual, puesto que los perceptores de la RMI cambian a menudo de vivienda.
A su juicio, la modificación en la forma de pago y la revisión de cada expediente ha originado una "sensación de caos en los servicios sociales, y de desprotección, indignación e ira en los beneficiarios", ante la falta de información sobre la decisión del Gobierno catalán.
Además de criticar la gestión del cambio, han rechazado el endurecimiento de las condiciones de acceso a la ayuda como el requisito de haber residido por lo menos dos años en Cataluña, que la Generalitat ha puesto en marcha para combatir el fraude.
Por ello, han animado a los ciudadanos a concentrarse este jueves a las 18 horas en la Plaza Sant Jaume de Barcelona, para expresar su malestar por la modificación de la RMI.